día 7  -      29/08 / 2012

Un amanecer especial en Tebas   -Continuación-   Ferri  de Luxor


Una vez fuera del
 templo de Hatshepsut, en su inmenso parking, nuestra primera idea era tomar un taxi hasta el centro de visitante de la orilla occidental donde teníamos que comprar el tiket para poder entrar en el Rameseum.
Cuál fue nuestra sorpresa al ver que no había taxi por ningún lado, es mas no había nadie, jajajaja

Todo el viaje acosado por taxi y cuando lo necesitas uno no están bueno,  decidimos continuar por la carretera que nos llevaba al centro de visitante, fue cuando vimos pasar un colectivo que salía del
 templo de Hatshepsut, no lo pensamos alzamos la mano con la intención de pararlo, este de detuvo, le pregunte con un ingles básico, Ticket, Rameseum, el conductor sonrió y nos dijo que si que nos montáramos, dicho y hecho, nos llevo al sitio correcto, allí compramos las entrada , me volví a montar en el colectivo pues no estaba esperando y nos llevo a la misma puerta del Rameseum.

Ya en el recinto del templo le di el dinero pactado y una propina por la amabilidad mostrada con nosotros. 

 en el colectivo de mi amigo, vamos a comprar los ticket del Rameseum 


 aquí es donde hay que comprar las entradas de casi todo lo visitable de la orilla occidental 

Ya con los ticket en mano, vamos al Rameseum,  




Una vez dentro del recinto pasamos entre el primer patio y el segundo pilono, donde se encuentra un bello tamarisco ( arbustos o  pequeños árbol nativo de la zona y de época faraónica, representado en innumerables relieves de tumbas y templos que actualmente se mantienen en Egipto )  este aun le da cobijo  y  sombra a varios pájaros del lugar.
Cerca de lo que queda del segundo pilono se encuentra caída la estatua colosal del deificado Ramses II una de las más famosas de todo Egipto.

Ya en el dañado segundo pilono, sobre una de sus caras nos llamo poderosamente la atención unos grabados de escenas de las campañas militares del rey, se trata de una brillante descripción del caos de una batalla, un inmenso lienzo recubierto con figuras de caballos y soldados muertos y moribundos.
 






Ya pisando las grandes lozas de piedras que caracterizan el segundo patio, el que nos lleva a una sala hipóstila junto a sus diez pilares osiriacos y sus diez columnas. En el muro de dicha sala encontramos grabados donde vemos al rey que es conducido al templo por Amon y Montu y otra parte del muro escenas del rey haciendo ofrendas a Ptah y Min. Detenerse en la sala hipóstila y observar como algunas de las columnas de esta sala conservan todavía parte del color original, es una verdadera pasada. 

A un lado de la sala hipóstila una puerta conduce a la sala astronómica, ocho columnas soportan un techo decorado con escenas que representas constelaciones y los 36 grupos de estrellas, llamados decanos.







Ya camino a la salida podemos observar el perímetro del templo hay una series de cámaras abovedadas de ladrillos extremadamente bien conservadas, utilizadas seguramente como almacenes del templo. 



Contento por querer que fuera el Rameseum mi última visita en Tebas en este viaje, decidimos tomarnos algo y así yo poder despedirme de la orilla occidental tomándonos unas bebidas refrescante en un bar que esta junto al templo, bar mítico y ya conocidos por tantos foreros. 




Una vez tranquilo en el bar descansando, pensando cómo  íbamos a ir al hotel, pues bien fue cuando observamos un sitio en la carretera donde paraban colectivos amenudeo.
 Le preguntamos al chico del bar que queríamos ir al ferri, y entonces el nos contesto que lo podíamos coger donde paraban los colectivos que vimos,  pero en enfrente, o sea en sentido a los colosos de Memnon,  no al Valle de los Reyes. 


adjunto mapita casero de las direcciones y las paradas  y si le  sirve de ayuda algún futuro viajero mejor que mejor.  


Pues dicho y hecho, salimos del bar agradeciendo la información al chico, con unos de mis famosos, “shucran, maa salama sadiki” o lo que viene al caso, (gracias adiós amigo)

 Paramos a un colectivo, lleno de egipcios, hombres, mujeres, niños y niñas, y todavía recuerdo la cara de sorpresa de algunos de ellos cuando nos vieron subir, juraría que fue cara de agradecimiento y satisfacción,  la misma que llevaba yo la de un  niño pequeño disfrutando con juguetes nuevos,  pues estaba viviendo en primera persona una  cara distinta del pueblo egipcio, una que nunca había vivido. 



 vista del Rameseum desde el colectivo



vista de los colosos de Memnon desde el colectivo,  vamos al Ferri. 


Llegamos a la última parada del colectivo, no tiene perdida porque aquí el colectivo se queda vacío, además puedes ver el ferri. Bajamos y el conductor nos despide con una  amable sonrisa y acepta gustosamente que le hagamos una foto.

Nos dirigimos al ferri, en la entrada pagamos 1 LE unos escasos céntimos de euros  cada uno, y a esperar que saliera.







Mis últimos minutos en la orilla occidental de Tebas, triste, por supuesto pero también contento porque la forma de abandonarla para mí, fue mágica  y  diferente. 


Ya en la otra orilla del rio, decidimos almorzar algo sencillo y rápido subir y preparar las maletas pues a última hora saldríamos en tren para Assuan.





 templo de Luxor




Ya  en el hotel,  hablamos con la recepción de dejar la habitación a las 15:00 horas (hora  máxima de salida)  pagar la factura del hotel, y  dejar las maletas en una habitación que tenían destinada a ello  para poder  disfrutar de la piscina  hasta la hora de salida del tren a Assuan (18:00 h).




No obstante aparte del merecido chapuzón también pudimos disfrutar de nuestras últimas vistas de Luxor. 


Preparados para montarnos en el tren que nos llevara a nuestro próximo destino Assuan. ........


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